Hoy es el verdadero “Año Nuevo”;
Aprovechémoslo
Como siempre las vacaciones terminaron y las
clases han comenzado.
¡No
otro año! Gruñen los estudiantes, combinado con ansiedad y excitación,
anticipación y reluctancia que siempre acompaña el comienzo de
un nuevo año escolar. Para mucho de nosotros es Septiembre 5
y no Enero 1 que marca el comienzo del Nuevo Año. Cada Enero
y Septiembre todo comienza otra vez, lo queramos o no. Unas cosas
puede que cambien pero otras seguirán iguales como siempre. El
comienzo del año escolar es sin duda una diferente experiencia
para cada estudiante en George Mason, pero con ello trae
una diferencia universal. Por más cliché que suene, el comienzo
de un nuevo año escolar es también un mercado de impresionantes
nuevas oportunidades.
Afortunadamente,
en George Mason tenemos
una variedad de oportunidades de casi toda clase. Podemos escoger
que deportes jugar, a que clubes unirnos, cuanto estudiar y hasta
que clases escoger. Alguna de estas decisiones pueden que no
importen a la larga, pero algunas van a influenciar en el resto
de nuestras vidas. Puede que encontremos un talento o interés
grande en nosotros o por lo menos aprender algo que nos servirá en
el futuro. El colegio es más que tareas y exámenes (o de debería
serlo) y nosotros estamos en el camino a descubrirlo.
Cada
año nos dicen que mejoremos y que nos esforcemos más. Pues está es
nosotros, los estudiantes, definir lo que es mejorar y esforzarse.
Nuestra última responsabilidad es definitivamente hacia nosotros
mismos, a descubrir nuestros intereses y a mejorar y abrirnos
como estudiantes e individuales. Como siempre nos dicen nuestros
padres, los días del colegio se verán como si pasaron volando
cuando los recordemos como adultos. Ahora mismo tenemos la oportunidad
de explorar todo lo que GM tiene que ofrecer, y esperanzadamente
podremos divertirnos y aprender el camino.
Por
más triste que el final de las vacaciones parezcan, al comienzo
del año escolar no le faltan sus buenas
sorpresas, solo hay que ser abierto y acogerlas. Ya cuando todo
haya acabado, en un día lejano de Junio, ojalá que hayamos dejado la piscina y las noches largas por algo que haya valido
la pena.